jueves, 11 de diciembre de 2008

Mesura en el uso del Internet como medio probatorio

Hace unos meses un hecho sumamente significativo paso desapercibido por la mayoría de los medios de comunicación y no me extraña. En junio la Universidad de Lima publicó una encuesta en donde, entre otras cosas, destacaba que el medio de comunicación con mayor índice de confianza (55.2) entre sus usuarios era el Internet. Seguido por la radio con 54.8, la televisión con 45.9, revistas 44.3 y diario con 39.8

Esto abre un debate de si este resultado es solo un reflejo del descrédito de los medios tradicionales a raíz de los hechos de corrupción en los 90 o si proviene de un real y profundo entendimiento de lo que es Internet y de cómo se estructura la información y el poder en este nuevo medio. Lamentablemente creo que es mas por lo primero que por lo segundo.

Sin embargo, no pretendo abordar ese tema sino contrastar esta “frívola” confianza en Internet a la luz de los últimos hechos políticos del país. Es preocupante la fuerza argumentativa y veladamente probatoria que se le han dado a una serie de correos electrónicos. Van y vienen los informes “técnicos” y las interpretaciones y juicios de valor sobre el contenido de tal o cual correo electrónico. Lo terrible de este hecho es que un correo electrónico fuera de su contexto y sin los peritajes del caso tiene tanta validez como una llamada anónima. Es decir, que lo que debió tratarse como un indicio o una pista a seguir y ser corroborada en el marco de una investigación periodística más amplia fue tratado como argumento principal y reproducido en primeras planas.

Los dos principales problemas que tiene un correo electrónico o “email” son los de Identidad e Integridad. Esos problemas nos afectan cotidianamente cuando vemos pasar por nuestras casillas los correos fraguados que supuestamente vienen de nuestro banco y que son un intento por robarnos información confidencial que luego será usada en nuestra contra. Incluso cuando alguien nos envía una copia del correo que supuestamente nos envió hace unos días y que nosotros nunca recibimos en donde ha sido editada la fecha y/o la hora del envío.

El peritaje que podría acercarse a reconstruir la identidad e integridad de un correo debe intervenir en, al menos, cuatro puntos. El programa de correo y la computadora del emisor, el servidor de correo que atiende la cuenta del emisor, el servidor que atiende la cuenta del receptor y la computadora y el programa de correo del receptor. Un correo electrónico en un disco duro o un CD-ROM puede haber sido editado o creado de cero sin dejar la menor huella y con el mismo conocimiento que se requiere para escribir una carta en algún procesador de texto.

Creo que, justamente por trabajar en Internet, estoy obligado a poner la alerta sobre lo peligroso de usar un correo electrónico como algo mas que una pista o un dato. Pero este peligro se potencia cuando quien lo hace es un medio de comunicación que multiplica con su aval, el alcance y con su marca la credibilidad. No es bueno para los involucrados, no es bueno para la gente y tampoco es bueno para el propio medio que recibirá cual bumerang un nuevo bajón en su tan venido a menos índice de confianza.

2 comentarios:

  1. me parece muy interesante tu informe, me gustaria que nos pudieras brindar mayor información, con respecto al comercio electronico,ayer te vi en el programa GGG,me parece muy buena tu posición, agradecere mucho tu información , gracias Gustavo

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  2. Gracias. Voy a crear una entrada con algo de informacion. Dale una revisada y si necesitas mas o tu idea era informacion de otro tipo... conversemos

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